Desde hace algunos años los coches que he conducido han llevado un nuevo invento generalizado a vehículos más modestos que se llama REGULADOR DE VELOCIDAD. Mira a ver porque tu coche puede llevar uno. Cuando llevé mi primer coche equipado con él, hace 5 años, un Renault Megane, pensé que esto cambiaría mi forma de conducir. Haría los viajes más descansados puesto que tanto sujetar el acelerador para mantener la velocidad, tanto mirar al tablero para comprobar que no se supera la velocidad máxima permitida, acaba cansando y reduciendo la concentración. Pensé esto y con el tiempo he comprobado que así es y que, al menos para mi, se ha convertido en algo imprescindible en un coche. También es útil el limitador de velocidad, por seguridad y para evitar sobrepasar límites en ciudades, pero no tan útil como el regulador.
También he comprobado con el tiempo algo que antes comentaba y es que este equipamiento se ha generalizado a coches modestos y de pequeño tamaño. Esto me hace deducir que muchos de los coches que circulan por nuestras carreteras lo incorporan (ni que decir tiene que seguro que lo llevan los vehículos de gamas más altas). Desgraciadamente también he comprobado que muchos de los conductores de esos coches no lo utilizan.
Un ejemplo: circulo por una carretera de 3 carriles por el del centro. Pongamos que mi regulador está en 100 km/h. Detrás de mi otro vehículo se mantiene a una distancia constante. Me retiro, manteniendo la velocidad, al carril derecho. El coche que va detrás de mi me adelanta inmediatamente. Curioso ¿verdad?
En mi opinión el regulador es un sistema de seguridad, siempre y cuando se utilice con cabeza. Evidentemente no nos sustituye. Controla la velocidad del coche, reduce la tensión del conductor, reduce el cansancio, reduce la merma de concentración que se sufre y permite hacer una conducción mas controlada.
El que utilice la conducción como una competición con los demás no lo utilizará, claro que nunca será un conductor responsable, será un aprendiz equivocado de piloto de coches aprendiendo en el lugar equivocado.
También he comprobado con el tiempo algo que antes comentaba y es que este equipamiento se ha generalizado a coches modestos y de pequeño tamaño. Esto me hace deducir que muchos de los coches que circulan por nuestras carreteras lo incorporan (ni que decir tiene que seguro que lo llevan los vehículos de gamas más altas). Desgraciadamente también he comprobado que muchos de los conductores de esos coches no lo utilizan.
Un ejemplo: circulo por una carretera de 3 carriles por el del centro. Pongamos que mi regulador está en 100 km/h. Detrás de mi otro vehículo se mantiene a una distancia constante. Me retiro, manteniendo la velocidad, al carril derecho. El coche que va detrás de mi me adelanta inmediatamente. Curioso ¿verdad?
En mi opinión el regulador es un sistema de seguridad, siempre y cuando se utilice con cabeza. Evidentemente no nos sustituye. Controla la velocidad del coche, reduce la tensión del conductor, reduce el cansancio, reduce la merma de concentración que se sufre y permite hacer una conducción mas controlada.
El que utilice la conducción como una competición con los demás no lo utilizará, claro que nunca será un conductor responsable, será un aprendiz equivocado de piloto de coches aprendiendo en el lugar equivocado.
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