V2X el lenguaje de comunicación de los vehículos


En conjunción con las tecnologías de conducción autónoma el vehículo será capaz de alcanzar el nivel 5, en el que no existe conductor humano y ni siquiera elementos como los pedales o el volante


La compañía tecnológica Qualcomm asegura que en 2020 los vehículos podrán comunicarse ‘con todo’ a partir de 2020. Esta capacidad repercutirá en la seguridad y ayudarán al conductor a tomar decisiones en su día a día.

La capacidad de los vehículos de comunicarse con el mundo que les rodea supondrá un gran avance en materia de seguridad así como un complemento necesario para el desarrollo de la tecnología de la conducción autónoma.
En este campo Qualcomm asegura que su tecnología C-V2X permitirá a los vehículos comunicarse ‘básicamente con todo’ su entorno. La compañía tecnológica americana prevé que comercializar este sistema en 2020.

La asociación 5G Automotive Association (5GAA), que reúne a las empresas de fabricantes de equipos originales de automóviles y proveedores, fabricantes de chips, compañías de telecomunicaciones y operadores de carreteras, trabaja actualmente  para perfeccionar esta tecnología que dotará a los vehículos de sensores capaces de interpretar un entorno de 360 grados alrededor del coche


De esta forma podrán  ver, predecir y anticiparse a lo que pueda suceder y aconsejar al conductor en la toma de decisiones. En conjunción con las tecnologías de conducción autónoma el vehículo será capaz de alcanzar el nivel 5, en el que no existe conductor humano y ni siquiera elementos como los pedales o el volante. Todas estas características aumentarán la seguridad y la eficiencia en los desplazamientos:
·         V2V: comunicación con otros vehículos
·         V2P: comunicación con los peatones
·         V2I: comunicación con la infraestructura
·         V2N: comunicación con la nube a través de la red móvil
Eloy Fustero, director de Desarrollo de Qualcomm: “El sector se encuentra en un momento de comprobar lo que funciona y lo que no, de experimentar y detectar áreas de mejora, para que, en el momento de su despliegue, estas innovaciones ofrezcan al usuario final sus máximas bondades ya testadas y maduradas antes de llegar al mercado

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